Tener conversaciones productivas sobre las emociones
Promueve que tu joven exprese más que un simple “estoy bien.”
Busca que la conversación surja espontánea
Cada momento de la convivencia con tu joven puede ser una oportunidad para conversar sobre el bienestar emocional. Si tu joven te comparte, por ejemplo, algo que le pasó a una de sus amistades o a alguien en la escuela, le puedes preguntar cómo se sintió o si alguna vez le ha ocurrido algo parecido. Cuando estén viendo una película o programa de televisión, también puedes aprovechar para preguntarle si se identifica con lo que sienten los personajes o con las cosas que les suceden.
Si tu joven te pregunta a ti lo mismo, respóndele con la mayor honestidad y transparencia posible.
Facilita la conversación
Hablar de las emociones puede asustar a cualquiera, en especial a adolescentes y jóvenes. El kit para iniciar la conversación es un juego interactivo, disponible en inglés y en español, para ayudar a padres, cuidadores, adultos de confianza y jóvenes a tener diálogos profundos. Incluye preguntas para la reflexión, ideas para arrancar y actividades para toda la familia.
Haz preguntas abiertas
Además de decir “¿qué tal tú día?”, hazle preguntas más específicas como “¿qué fue lo más interesante de hoy?”, o “¿de qué tema hablaron hoy en la escuela?” Trata de continuar la conversación haciendo más preguntas, hasta que puedas llegar a una más enfocada en sus emociones como: “¿Y esto cómo te hizo sentir?”
Si las preguntas directas incomodan o asustan a tu joven, trata de hacer preguntas más generales para que se sienta más en confianza.
Usa el modelo de la rosa y la espina
Si tu joven está renuente a hablar, prueba con el modelo de la rosa y la espina: es una manera excelente de iniciar una conversación más amplia sobre sentimientos. Para empezar, pídele a tu joven que identifique:
- Una parte de su día que le haya parecido buena (rosas).
- Una parte de su día que le haya parecido complicada (espinas).
Help your child feel safe about feeling and talking about different emotions. Whether they feel happy, sad, or angry—it’s okay to feel and talk about these emotions.
Si tu joven no se anima, empieza tú con tus propias rosas y espinas.
Mantén la calma
Sé paciente con tu joven cuando hablen de temas difíciles, incluso si lo que te dice te sorprende, molesta o lastima. No te lo tomes personal y trata de no reaccionar con frustración o con una actitud crítica o desaprobatoria. Aunque hayas reaccionado con dureza a lo que te contó tu joven, recuerda que el mejor regalo que le puedes dar a una persona cuando está alterada es tu presencia estable. Si lo necesitas, acude con alguien que te pueda ayudar a procesar lo que sientes. O cuando se hayan calmado las cosas, habla con tu jovende cómo te sentiste.
La ira, el estrés y otras emociones difíciles se pueden manifestar en ocasiones a través de formas poco saludables, como gritos y golpes. Valida lo que tu joven siente, pero dile que no es la manera correcta de expresarse. Haz una pausa cada vez que sea necesario. Y si tu joven no tiene la disposición para hablar de algo, está bien dejarlo para otro momento.
Crea un espacio seguro
Evita las culpas y las críticas. Haz que tu joven sienta que está en un terreno seguro, en el que no se meterá en problemas por sentirse como se siente. Dile que está bien equivocarse y que lo importante es aprender de nuestros errores.
Reconoce cuándo reconfortar
Ver a tu joven pasar por una situación difícil nunca es fácil, sobre todo cuando no sabes realmente qué ocurrió. Tal vez quieras que te dé más información, pero cuando las personas están agobiadas, por lo general no funciona insistir en respuestas razonables. Consuela a tu joven , bríndale apoyo y ten paciencia.
Comparte tus propias experiencias
Al compartir lo que te ha pasado y cómo has manejado tus emociones, le transmites a tu joven que está bien expresar lo que sentimos y a la vez le enseñas cómo hacerlo. Cuando te muestras vulnerable también alientas a que hable abiertamente contigo. Pero ten cuidado de no estar trasladando tus propias frustraciones a tu joven ni de hacer que se sienta responsable de apoyarte, lo que podría afectar su desarrollo y bienestar.
Dile que aprecias su sinceridad
Cuando termine la conversación, dile a tu joven que te alegra que haya hablado contigo abiertamente. Esto puede promover que en el futuro quiera acercarse a ti para hablar de estas cosas.
Conversen con regularidad
Convierte las conversaciones en un hábito. Esto facilitará que puedas ofrecer tu ayuda cuando se presente algún desafío.
Ayuda a tu joven a no que no tema experimentar distintas emociones y a hablar de ellas con confianza. No importa si se siente feliz, triste o con enojo: está bien sentir y expresar nuestras emociones.